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Estimado Sr. Rosell, presidente de la CEOE:
Quiero dirigirle unas palabras de agradecimiento por
las declaraciones transparentes que últimamente, en varios foros
empresariales, nos ha prodigado. Mi agradecimiento se debe a que usted no
va con subterfugios, sino que expresa claramente su concepto de trabajo,
empresa y economía, y esto deja entrever cuál es el modelo social en el que
usted, parece, que se siente bien.
«El trabajo fijo y seguro es un concepto del siglo XIX
y en el futuro habrá que ganárselo cada día». Esto lo dijo en la presentación
del estudio sobre transformación digital de la consultora Roland Berger
patrocinado por Siemens. Y añadió: «La digitalización será fundamental para el
trabajo». También ve «un gran reto político, económico y social a nivel
global». Para acabar de remachar el clavo dijo: «La digitalización incrementa
el PIB mundial y la competitividad».
Usted sabe bien, o debería saber, que el trabajo fijo
y seguro, es una realidad de un corto período de tiempo, lo que va de la
segunda guerra mundial hasta los años 70, correspondiente a lo que se llama el
Estado del bienestar, y prácticamente circunscrito a una parte de Europa. Y
ello, gracias a la correlación de fuerzas entre capital y trabajo más el papel
del Estado. Por otra parte, la sociedad 4.0 parece que, queramos o no, nos
debe llevar a la jungla social, donde la lucha cotidiana por el trabajo
dejará en los márgenes y en situación de penuria a una gran cantidad de
personas. Esto contrasta con el hecho de que usted destaca, que la
digitalización producirá un aumento del PIB, es decir, de la riqueza. Toda esta
riqueza extraordinaria que produciremos, con robots que sustituirán a las
personas trabajadoras (¡fantástico: aquellos nos ahorrarán los desagradables
derechos laborales y se podrán amortizar rápidamente!), ¿dónde se concentrará y
en manos de quién? ¿Este proceso es puramente mecánico e inevitable? Y las
preguntas morales, y sobre todo las respuestas morales, ¿dónde quedan? ¿O sólo
cuenta el sueño del crecimiento indefinido a costa de maltratar la sociedad de
las personas, dándoles migajas para sobrevivir? ¿Podemos dar por buena esta
dinámica que acelera las desigualdades bajo la base del darwinismo social?
Por otra parte, con ocasión de otros estudios o
informes como los del Instituto Cuatrecasas y el del Observatorio económico del
BBVA, usted insiste en que hay que acabar con los parches y hay que repensar la
normativa laboral de arriba abajo (sobre todo eso, ¡de arriba a abajo!),
pidiendo una tercera reforma laboral, que introduzca más flexibilidad, limite
el papel de los jueces a los despidos colectivos, reduzca las indemnizaciones,
extienda la contratación temporal y limite la negociación colectiva en el
ámbito de la empresa… Las propuestas empresariales son todo un prodigio de
ingeniería económica y una ofensiva que ciertamente no podemos decir que no
tenga precedentes: curiosamente la de la industrialización salvaje del siglo…
¡XIX! Aquella que condenó a la miseria a millones de trabajadores y
trabajadoras, y creó unas desigualdades obscenas.
Sr. Rossell, no. No queremos aceptar un concepto de
trabajo como el del siglo XIX en la época del 4.0. Más bien queremos
orientar nuestras fuerzas hacia otro concepto de trabajo, el trabajo decente, promovido por
la OIT, que sea el resultado del diálogo entre
trabajadores, empresarios y administraciones (¡no de arriba abajo!), que asume
los retos y las posibilidades técnicas actuales para ponerlas al servicio de la
comunidad humana. Con una especial sensibilidad y atención a los más
vulnerables, que es el verdadero termómetro del desarrollo humano.
Atentamente,
Pepe Rodado, trabajador temporal de una
empresa de servicios de restauración y cura.
La falta de visió global del president de la patronal espanyola es preocupant. Un país com Alemania té uns empresaris que contribueixen a que els seu país el treball i l'empresa caminin junts. La tassa de l'atur és baixa. Aquí tot el contrari volem que el treball no sigui important pel país. Són petits empresaris, autònoms i treballadors els que invertim més en el futur. Vosté és un incendiari que solament vol el bé d'alguns privilegiats i deshumanitza les relacions futures. Més val que marxi i posin un representant amb seny.
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